viernes, 30 de abril de 2010

TODAS AL COLEGIO VESTIDAS DE LAGARTERANAS


Roma, 1800. El malvado cónsul Scarpia ofrece a Floria Tosca la libertad para su amante Cavaradossi, preso en sus calabozos, y los salvoconductos que permitirán a ambos iniciar una nueva vida lejos de la tiranía que impera en la Ciudad Eterna. En un momento culminante de la ópera, Tosca, que conoce la naturaleza abyecta y oscura de Scarpia, le formula la aterradora pregunta:
-“Quanto?”
-“Quanto?” Scarpia no comprende la pregunta.
- “il prezzo”.
He ahí la cuestión. Cuando de pronto alguien nos ofrece prebendas, magníficas riquezas o privilegios inmerecidos, la pregunta es inmediata: ¿cuánto me va a costar?
Los comerciantes españoles se las ven y se las desean para ganar cuatro duros mientras proliferan las tiendas regentadas por pakistaníes que incumplen reiteradamente, entre otras, las normas de almacenaje, horarios y módulos por no mencionar las exenciones fiscales que perduran en el tiempo cambiando el nombre del dueño. Mezquitas, carnicerías halal, ayudas para acceder a una vivienda… vaticino que antes de acabar la desastrosa legislatura, Zapatero les habrá pedido perdón por la Reconquista y entregado las llaves de La Alhambra.
¿Y cuál es el precio que tienen que pagar? Ninguno. De veras, es todo a cambio de nada. Los musulmanes afincados en España reciben todos los beneficios y facilidades para reproducir sus costumbres, ritos, maneras de vida, creencias y aficiones varias y no se les exige ningún compromiso o modificación de aquellas.
A una niña en Madrid, la dirección del colegio la prohíbe asistir a clase con pañuelo y se monta la de San Quintín. Las señoras progresistas que nos gobiernan defienden la libertad de la criatura y exigen respeto a los elementos culturales de la morería. Me pregunto si las ínclitas señoras van a apoyar a la niña cuando dentro de dos años el padre la obligue a abandonar los estudios o si van a poner el grito en el cielo cuando quieran casarla con algún simpático cincuentón amigo de la familia.
El velo islámico, el niqab o el burka no son elementos de ninguna cultura sino instrumento de control y poder sobre las mujeres. Y compararlo con la toca de las monjas es como si alguien me confundiera con la Bartoli cuando canto en la ducha.

miércoles, 31 de marzo de 2010

MIRA QUE LO SIENTO, IGUAL NO DUERMO ESTA NOCHE Y TODO


La hija de Otegui está triste, ¿Qué tendrá la princesa?. Resulta que Olatz Barrenechea, psicóloga de profesión y candidata de ANV por afición, ha presentado ante la autoridad competente diferentes informes basados en sus diagnósticos para que nuestro amigo Arnaldo salga de prisión lo antes posible, ya que tiene a su padre y a su señora enfermos y a la niña con depresión.
Hombre, lógico, si mi padre fuera Otegui, yo no tendría depresión, es que me hubiera suicidado hace mucho tiempo. Aunque puede ser que tenga depresión porque está en la carcel y no porque es un terrorista, que la naturaleza humana es muy compleja. Pues deseo sinceramente que estas personas sanen pronto, no concibo desear la enfermedad o la muerte a otro ser humano pero quiero, es más, exijo que Otegui esté en la carcel y que de una puñetera vez, los terroristas sean condenados a cadena perpetua. Y que conste que es mi deseo es mucho más benévolo que el que ellos han concedido a sus víctimas.

miércoles, 17 de marzo de 2010

ESPERO QUE CAIGAN PRONTO


Los terroristas etarras han asesinado a un gendarme en Francia. No saben donde se han metido. Sarkozy ha demostrado hasta ahora estar dispuesto a colaborar en contra de ETA pero lo ocurrido hoy en Francia va a traer cola. No ha hablado de proceso de paz ni de alianza de civilizaciones. Ha dicho que vayan rezando tres Avemarías porque lo de Borodino les va a parecer un episodio de los Lunnis. Espero que así sea y que estos tipejos se pasen en la cárcel lo que les quede de vida.

domingo, 31 de enero de 2010

SE MASCA LA TRAGEDIA


Titular de "El Mundo" hoy: "Moratinos en Oriente Próximo para impulsar las negociaciones de paz". Visto lo cual voy a llamar a la NASA para que apunten mi móvil por si se les avería la estación espacial o el motor de la lanzadera.