miércoles, 14 de noviembre de 2007

MARI TERE, ¿VOS ESTÁS LISTA?


Hace unos días estuve viendo un reportaje en “Informe Semanal” sobre las fosas comunes de la Guerra Civil. Mi dermatóloga me ha aconsejado que procure no llevarme disgustos ni estreses, por el bien de mi psoriasis, pero admito que me dejé llevar por el momento y me tragué el documental. En él, aparecían algunos ancianos que habían conseguido encontrar el lugar donde reposan los restos de sus padres y maridos, asesinados durante la contienda por elementos fascistas-falangistas-reaccionarios.
En ambos bandos se cometieron actos de barbarie; genocidas, cainitas, crueles y terribles. Pero en ambos bandos. Uno de estos episodios fue las matanzas de Paracuellos del Jarama donde miles de españoles, entre ellos, el escritor Muñoz Seca, el futbolista Monchín Triana, Ricardo de la Cierva Codorniú o el que fuera ministro de trabajo con la CEDA en 1935, Federico Salmón, fueron vilmente asesinados por el simple hecho de profesar unas ideas políticas contrarias al ideario del Frente Popular.
Hubiera sido un buen momento para hablar de Paracuellos ya que el 7 de noviembre se cumplían setenta y un años del inicio de dichas matanzas. Ni una palabra. Ni una mención.
La Izquierda española tiene miopía. Cuando critican a la Derecha, utilizan el término “fascista” con una ligereza que recuerda más el vocabulario revolucionario de la II República que lo que debería ser un debate serio y democrático en la España actual. Ser de derechas es ser, reaccionario, misógino, homófono, cacique, putero, maltratador, violento, oligarca, católico (en la versión anterior al Concilio de Trento) y explotador.
Pero, hete aquí que ser de izquierdas es ser liberal, conciliador, pacifista, generoso, piadoso, ecuánime, moderado, bondadoso y…demostrar talante.
Los jóvenes que votan al PP son neonazis. Los que votan al PSOE son jóvenes comprometidos con la sociedad, amantes de la libertad.
Mientras que Aznar demostraba una relación amistosa y cooperadora con Bush, la Izquierda española manifiesta su admiración por Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales o Daniel Ortega. Claro, es que no hay color. Mientras Bush es un genocida que ha aniquilado al pueblo iraquí, que dicho sea de paso, vivía en un paraíso regido por Sadam, los mencionados son adalides de la libertad. Y yo canto mejor que la Bartoli.

Castro no necesita presentación. Por todos es conocido el régimen democrático que lidera en Cuba desde hace cuarenta y siete años. Chávez no necesita tampoco un exordio. Sus discursos son su mejor tarjeta de visita. Y Evo, ¿qué se puede decir de un hombre que usa esos jerseys?. Pero mi favorito, sin duda, es Daniel Ortega. El sandinista ha aconsejado a las máximas autoridades españolas que aprendan a dialogar y les ha recordado que “no somos súbditos de ningún rey”. Me pregunto si cuando abusaba sexualmente de su hijastra, Zoilamérica Narváez, que tenía cuando empezó a abusar de ella, once años, también era partidario del dialogo y si cuando la empezó a violar con quince años, dialogaba previamente al acto o lo hacía al terminar. Zoilamérica, cuya abuela era sobrina de Sandino, recuerda el comentario que le hizo su padrastro cuando tuvo conocimiento de que su hija ya había alcanzado la menarquia:”vos ya estás lista”.

Que los admiradores de esta caterva de sinvergüenzas y malnacidos, me llamen fascista, lo considero el más bello de los piropos.

lunes, 12 de noviembre de 2007

NECESITAMOS RINOCERONTES NEGROS MIENTRAS CLONAMOS A NARVÁEZ


No valgo para el puesto. Para el de Presidenta del Gobierno, quiero decir. Tengo un “pronto” nada protocolario. Si llego a estar el otro día en la reunión donde Hugo Chávez llamó “fascista” a Aznar, me hubiera levantado y le hubiera abierto la cabeza con una silla. En Esparta, cuando nacía un niño tonto, le arrojaban por el acantilado, hoy en día, los tontos pueden llegar a Presidente de la República. O ha querer serlo, como nuestro zetapé.
Ni entiendo porqué la CIA aún no le ha pegado un tiro a este tío, ni entiendo porqué Aznar no pidió al Mossard que volara, el mismo día y a la misma hora, ochenta herriko tabernas. Venezuela conservaría su clase media y Otegui y Rovira hubieran solicitado el ingreso en La Legión, aunque fuera para cuidar a la cabra.
Pero, por desgracia, las cosas no funcionan así. El del talante, no sólo es amigo de Chávez, Ortega y Morales, sino que en cualquier momento, les va a pedir perdón por el genocidio que supuso la Conquista de América.
Hoy en día, con los adelantos tecnológicos y científicos, ¿no podríamos clonar a Narváez, Don Juan de Austria o al Duque de Alba?. Zapatero tendría mucho tiempo libre para buscar fosas comunes. Ya sé que puede sonar descabellado pero yo también tengo que escuchar a José Luis Vélez, alias Carod Rovira, transformar la Guerra de Sucesión en una invasión de los Países Catalanes; a Zapatero con lo de la desmemoria histórica y a Ibarreche con lo del estado libre asociado, y me tengo que aguantar y sufrir en silencio.
Tengo otras ideas: contratar a los albano-kosovares que andan entrando en las casas para colocarlos de franco-tiradores a la salida de las discotecas –para que impidan que un fulano que se ha tomado, ocho gin tonics y ha esnifado dos gramos de cocaína, coja el coche y lo ponga a 180 Km./h-; no utilizar la castración química con los delincuentes sexuales sino encerrar a los mismos con una manada de rinocerontes negros en celo; introducirles el miembro (el llamado viril) en el tubo de escape, a todos esos macarras que conducen motos con resonadores…¿propuestas descabelladas; ideas absurdas, ilegales o fascistas; castigos desproporcionados?. Eso es porque no han escuchado a Chávez, a Zapatero, a Morales, a Otegui, a Ibarreche...Lástima que no nacieran en Esparta.

domingo, 11 de noviembre de 2007

UN PASITO "PALANTE" MARIA, UN PASITO "PATRÁS"


El cantante puertorriqueño Ricky Martin, ha defendido el uso del español en una entrega de premios de gran difusión mediática. Martin ha declarado: “No debemos dejar de hablar español. Tenemos que aprender inglés, pero el español es nuestra lengua”. Con un par.
Al otro lado del Atlántico, Jordi Pujol, que dicho sea de paso, se parece a Ricky Martin lo mismo que una lanzadera espacial a la “baticao”, ha denunciado que varios catalanes han sido obligados a apearse de taxis en Madrid cuando el taxista les ha escuchado hablar en catalán por el móvil. Pujol cree que estos hechos, son debidos a la campaña anticatalanista urdida a lo largo de los años por los diferentes gobiernos españoles, y anima a los catalanes agraviados a no bajarse, ni del burro, ni del taxi, y pedir el número de licencia del taxista y armar la marimorena. Lo que no tengo claro es, de si les exhorta a protestar en castellano o en catalán.
Los nacionalistas, vascos, catalanes o gallegos, están muy malcriados y consentidos. A Pujol le parece mal que un par de taxistas madrileños reaccionen de esa forma tan “anticatalanista”. Bien, pues yo, hace unos años, tuve que emplear la lengua de Shakespeare en un comercio de Barcelona porque la dependienta se negó a atenderme en castellano y no por ello me sentí agraviada. Simplemente pensé que la dependienta era oligofrénica, maleducada y que probablemente, sus padres eran de Úbeda pero, agraviada, lo que se dice agraviada, no me sentí.
Si a un niño de esos, que todos hemos visto frente al escaparate de una tienda de golosinas, gritando como si estuviese poseído por el diablo, el clásico “¡cómprameeeeeee ¡”, su sufrida madre le respondiera con un “no” tajante y le diera un azote si persiste en la actitud, el niño no volverá a representar la escena, pero si la madre entra en la tienda, le compra al angelito todas las chucherias que a este se le antoja, le deja que se las coma y cuando llegan a casa, le permite que no se coma el puré de espinacas porqué el niño está que revienta después de engullir quince “bollicaos”, el churumbel utilizará la misma estrategia cada vez que quiera algo. Y con quince años, estrellará la cabeza de su padre contra el televisor porque no le ha querido dejar las llaves del coche para ir a comprar una cocacola al Carrefur –doy por hecho que a la madre ya se la cargó con doce años porqué no le regaló el último modelo de play-station-
Esto es lo que ha ocurrido con los periféricos. Se les ha dado, no solo lo que han pedido, sino más. Policías autónomas, archivo de Salamanca, gallescolas, tela marinera; todo para que el niño no patalee porque no queremos ser “padres” autoritarios y que el niño nos salga cohibido y además, ¡ que coño ¡, les corresponde por derecho ya que ellos tienen lenguajes hablados desde la prehistoria, errehaches distintos al resto y una historia y una cultura que en nada tiene que ver con la nuestra, pueblerina y paupérrima.
Así que el tonto de Rovira se ofende porqué le llaman José Luis, cuando debería darse con un canto en los dientes porqué, salvo a sus acólitos, lo que nos gustaría llamarle al resto, no es precisamente José Luis, pero no es cuestión de mentar a las madres.
El Gobierno “Dasco” prepara un ingenioso plan para obligar a los comerciantes, previo cursillo, a utilizar el euskera en sus comercios. Debe ser que el hecho de que tengan que pagar el impuesto revolucionario les parece poca presión. ANV ha solicitado un referéndum para que Castro Urdiales se anexione al País Vasco. Suma y sigue. Pero tranquilos que ya queda poco. Poco que pedir, quiero decir porque no se me ocurre que más se les puede dar, salvo un beso a tornillo.
Y nadie hace nada para cortar esta sangría, no vaya a ser que las criaturas se ofendan.
Si Rajoy gana las elecciones, ¿será capaz de darle unos azotes al niño o el niño acabará comiéndose los bollicaos, a Mariano y al lucero del alba?

viernes, 26 de octubre de 2007

REFORMA CONSTITUCIONAL


La Fundación Concordia, DENAES, Foro de Ermua y Convivencia Cívica Catalana, presentaron ayer, 25 de octubre de 2007 en el Casino de Madrid, un proyecto de reforma constitucional que pretende poner fin a este caos político que sufrimos los españoles ya que, por si alguno no se había dado cuenta, la Constitución Española permanece en estado muy grave, con respiración asistida, por lo que antes de que alguna alma caritativa decida desconectar la máquina que aún la mantiene con vida, algunos hemos decidido que va a ser que no, que no sólo no nos van a rematar a la niña, sino que la vamos a curar y va a salir del hospital como para asistir al Baile de la Rosa de Montecarlo y bailar a lo “agarrao” con Alberto de Mónaco.
Porque Ella lo vale.
Los santos varones que lideran la iniciativa –Don Alejo Vidal-Quadras, Don Santiago Abascal, etc.- proponen, entre otras brillantes ideas, redefinir las competencias de las Comunidades Autónomas, reformar el Senado y suprimir la distinción entre “nacionalidades” y “regiones”. Pues muy bien, pero ahora la cuestión es que la pelota, está en el tejado de Don Mariano Rajoy y del Partido Popular. Si el Sr. Rajoy gana las próximas elecciones generales, debería coger al toro por los cuernos y reformar la Constitución y cambiar la ley electoral. Eso para empezar. En ese supuesto, es previsible que al abyecto ZP le hayan puesto a barrer los pasillos de Ferraz, ayudado al mocho, por la sin igual Mari Tere y que en su lugar lidere el Partido Socialista, alguien más listo, más patriota y con menos talante. Pero, ¿y si vuelve a ganar las elecciones el Sr. Zapatero? Depende. Yo por ejemplo, tengo dos opciones: la primera es regresar a Irlanda y dejar de sufrir en silencio. La segunda es comprarme un tanque del Ejército de Tierra, de esos que hay de segunda mano en algunos desguaces, y entrar en Bilbao por la A-1 para, una vez aparcado debidamente, tomarme un café con leche con un pincho de tortilla en algún bar de la Plaza Nueva. Es que, si hay que repartir, un cafecito y un tortillín es lo que más entona.

domingo, 30 de septiembre de 2007

ES QUE BICICLETA, SI TIENEN


Probablemente conozcan el chiste: Un convencido comunista se encuentra con un vecino y éste, ante el fervor del susodicho, le hace unas preguntas;
-¿Qué harías si tuvieras un coche?
- Si tuviera un coche, lo donaría al partido para que lo utilizaran como transporte.
-¿Y si tuvieras un chalet?
- Lo daría al partido para que lo habilitaran como sede o para lo que les pareciera más oportuno.
-¿Y si tuvieras un reloj de oro?
- Lo donaría al partido.
-¿Y si tuvieses una bicicleta?
-¡Ah, no! ¡Que bicicleta, si tengo!
Desde hace unos días, no dejo de recordar al amigo de la bicicleta. Cada vez que veo el telediario, vamos. Veo a esas criaturitas del Señor, quemando, un día fotos con la imagen del Rey, otro banderas españolas y me pregunto: ¿Por qué no queman sus permisos de conducir donde se lee “Reino de España” o sus títulos académicos donde dice: “Juan Carlos I, Rey de España y en su nombre, el Ministerio de Educación y ciencia”? Pues lo mismo que el comunista del chiste.
Es que lo de los títulos, me tiene loca. No comprendo porqué, en los “territorios ocupados”, donde el Estado no controla el contenido de los programas que se enseña a los estudiantes, a los churumbeles, una vez terminados sus estudios, después de haber aprendido los principales afluentes del Ter y como las tropas imperialistas españolas invadieron sus naciones, arrasando a sangre y fuego todo lo que encontraban a su paso, se les otorga un título del Ministerio de Educación. Pues muy mal; el título tendría que decir:”El lehendakari Ibarreche y en su nombre, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco” o mejor aún; “El espíritu de Sabino Arana y en su sagrado nombre…”
Quedaría monísimo.
Por cosas como estas, se demuestra que España es un país singular. En vez de tener un sistema electoral que garantice la estabilidad y fortaleza del Estado, tenemos una ley electoral más propia de los amigos micronesios de ZP que de la nación española. En los países civilizados, en esos donde no hay periodistas, jueces, catedráticos o políticos que lleven escolta, el turno de partidos funciona a las mil maravillas. Claro, por eso en sus parlamentos, personas serias debaten asuntos serios y no pierden el tiempo escuchando las propuestas de los representantes del “Partido Comunista Reformista Escocés de las Highlands” o de los “Amigos de Minessota del Kukuxklan Anabaptista”
Pero para eso, tendríamos que volver a tener políticos de la talla de Don Antonio Cánovas del Castillo o de Don Práxedes Mateo Sagasta y no la caterva de oligofrénicos, flojos y pusilánimes que nos ha tocado en suerte.
¡ Pero las minorías no tendrían representación parlamentaria ¡ Efectivamente, es que de eso se trata, precisamente. Las minorías nunca estarán proporcionalmente representadas. Es imposible. De hecho, no hay ciegos, gitanos o ventrílocuos en el Parlamento. Y es una pena porque entre los parlamentarios de ERC y Mari Carmen y sus muñecos, me quedo con Doña Rogelia sin ninguna duda.

UN PAR DE HOSTIAS


No lo digo yo, lo dice San Ulpiano: “La justicia es la voluntad constante y permanente de dar a cada uno lo suyo”. Pues yo siento, constante y permanentemente, la necesidad de darle dos hostias a Ibarreche. No dos tortas, tres sopapos o un cachete sino dos hostias y además, bien dadas. Es lo suyo. Y me quedaba tan a gusto. Seguro que si Sarkozy tuviera un “ibarreche” ya se las hubiera dado. Pero, lamentablemente, Zapatero no es Sarkozy. Zapatero es un
Presidente de gobierno abyecto, traidor y tonto del culo que ríe las gracias de reyezuelos de taifas tan tontos como él.
Y así va todo como va. En cualquier país del mundo, en el más civilizado, un terrorista que está siendo juzgado por amenazas terroristas como esa alimaña de Iñaki Bilbao, hubiera atravesado el cristal blindado del par de hostias que le hubieran soltado los policías que le vigilan ante el más mínimo desacato. Aquí no, Bilbao le ha dicho al presidente del tribunal que lo juzga, que le va a pegar siete tiros y le va a arrancar la piel a tiras y le ha llamado además “fascista, enano mental, parásito y cerdo”, entre otras lindezas. Corrijamos: fascistas son ellos, los etarras, los nacionalistas que tienen conculcadas las libertades de los ciudadanos mientras cuentan al mundo que están invadidos, los que imponen su ideario político con bombas lapa y tiros en la nuca. Enano mental era Sabino Arana, un tipo oligofrénico, misógino, orate, paranoico y racista, que se creía elegido por Dios para salvar al pueblo vasco de su cautiverio y que es el padre del nacionalismo vasco. Parásito es Iñaki Bilbao porque su estancia en la cárcel se la pagamos todos los españoles y parásitos son todos ellos porque viven del impuesto revolucionario de miles de honrados comerciantes y de las subvenciones que les regala el Gobierno vasco. Cerdos son los miembros de Herri Batasuna y partidos catalanes y gallegos afines, porque aparecen en sus comparecencias públicas con la ropa sucia, sin peinarse y con el aspecto de no haber tocado una pastilla de jabón hace semanas.
Los siete tiros que desea pegarle al juez no deseo que se los peguen a él. Yo no tengo potestad para disponer de una vida humana aunque sea la de esta alimaña pero deseo que el tiempo que le quede de vida lo pase en la cárcel junto a sus compañeros de armas, pero no cerca de casa para que su madre le lleve el marmitako calentito sino en Las Chafarinas (es una lástima que ya no tengamos Guam). Es mucho más que lo que él concedió a sus victimas.
Y ahora, a aguantarse con el tonto de Ibarreche porque quiere hacer un referéndum. Pero tranquilos, que primero tendrá que escuchar al tonto de Zapatero. Lo que yo digo, un par de hostias.

lunes, 17 de septiembre de 2007

MEMORIA HISTORICA


Hay expresiones de los niños que nos hacen mucha gracia. Una de ellas es cuando les escuchamos decir “cuando era pequeño no me gustaba tal cosa”. Con cuatro o cinco años, la memoria reúne pocas vivencias pero recordamos lo que hemos escuchado, visto y experimentado, tengamos tres años, veinte o setenta y cuatro.
A juzgar por la utilización de la llamada “memoria histórica”, podría pensarse que hay quien pretende distorsionar la historia con algún oscuro propósito; para obtener un rédito político, tal vez. Puede ser, pero todo indica que lo que subyace es algo más complejo en cuanto al contenido aunque muy simple en su enunciado: no se puede recordar lo que no se ha vivido. Esto es, no puede saberse que se está manipulando la historia de España si esta historia es desconocida por gran parte de los españoles.
Los españoles tenemos un concepto de nosotros mismos muy negativo, debido en parte a la estela dejada por la Leyenda Negra. Creemos que somos vagos, pueblerinos, pobretones, y utilizamos expresiones como “la España profunda” o “la España de charanga y pandereta”. Creemos que somos tan poco, que incluso muchos han descubierto que no son ni siquiera españoles. Miramos a los turistas europeos como las vacas al tren, ignorando que a los antepasados de la pareja de belgas que toma el sol a nuestro lado en la playa, se les abrían los esfínteres ante la llegada de nuestros Viejos Tercios y nos flagelamos la espalda por la expulsión de los judíos bajo el reinado de los Reyes Católicos cuando nuestros socios comunitarios alemanes asesinaron a seis millones en los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial.
Ignoramos nuestra historia y en vez de acercarnos a ella y conocerla, delegamos en otros la tarea de analizarla y decidir quienes son los buenos y quienes los malos. El resultado es que por arte de birlibirloque, pretéritas revueltas de campesinos se han convertido en conatos independentistas; lenguas habladas por los labriegos en algunas zonas de la península, cuyo léxico se reduce a los términos usados en la siembra y recolección de los rábanos, se han transformado en antiquísimos lenguajes hablados desde la prehistoria; mesiánicos enanos mentales como Sabina Arana o Blas Infante son ahora padres de las patrias, y el Imperio de ultramar, con un legado de cuatrocientos millones de hispanohablantes, no es más que el mayor genocidio de la Historia. Con un par.
La manipulación y la distorsión históricas son más sui géneris y parciales a medida que los hechos juzgados están próximos al presente. Verbi gratia, la Guerra Civil Española; guerra que perdimos todos los españoles y de la que, setenta años después, se siguen exhumando miles de fémures de milicianos y alguna rótula de falangista.
Pues en vez de jugar a los paleontólogos, podíamos rescatar la memoria histórica de todos y cada uno de nuestros antepasados, de los que participaron en la Batalla de Las Naves de Tolosa y de los que se batieron en el Sitio de Luchana; de los cristianos viejos y de los conversos; de los ilustrados y de los iletrados. No hay un solo español, por muy nacionalista vasco o independentista catalán que sea, que no posea genes de los que cruzaron el continente americano, atravesando desiertos y ciénagas infestadas de sanguijuelas; de los que repoblaron las tierras de la Reconquista; de los que echaron a tiros a los ejércitos de Napoleón o de los que tallaron las piedras con las que se construyeron las catedrales de Burgos o Toledo.
La historia es un patrimonio que debemos conocer, respetar y divulgar y dejar de preguntarnos si el abuelo de nuestro vecino luchó al lado de Miaja o de Queipo de Llano porque de lo que no hay duda es que su abuelo, al igual que los míos, luchó por España. Los que no quieran saber de donde vienen, quienes les precedieron y como han llegado hasta aquí, que no lo hagan, pero los que estamos orgullosos de nuestras gestas, victorias, derrotas, errores y aciertos, exigimos el más profundo y sentido de los respetos.

sábado, 15 de septiembre de 2007

RAZA SUPERIOR


Lo confieso: soy medio-maketa. Esto es; a pesar de que mis padres, abuelos y yo hemos nacido en Bilbao, una parte de mis antepasados provienen de Santander y de Burgos. Mi sangre es 0 Rh negativo pero es obvio que en mi código genético hay genes maketos. Yo ya lo sospechaba; mi afición por la tauromaquia, la emoción que manifiesto cuando escucho la “Marcha Real”… no sé, pequeños detalles que poco a poco te van dando la voz de alarma.
El remate ha sido las lecturas del padre del nacionalismo vasco, el ínclito Sabino Arana Goiri. En su libro “¿Qué somos?”, publicado en Buenos Aires en 1965 por la editorial Sabindiar-Batza (ya sólo con el título, sabemos que nos encontramos con una obra profunda que probablemente tiene sus fuentes en los filósofos presocráticos), Arana manifiesta su pensamiento en frases que deberían ser conocidas por todos. Verbi gratia: “la fisonomía del bizkaíno es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta”; “el bizkaíno es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar o si es apuesto es tipo femenil”; “el bizkaíno es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos”; “el bizkaíno no vale para servir, ha nacido para ser señor; el español no ha nacido más que para ser vasallo y siervo”; “el bizkaíno degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando en cuando una invasión que le civilice”; “el bizkaíno es caritativo aun para sus enemigos; el español es avaro aun para sus hermanos”; “el bizkaíno es amante de su familia y su hogar; entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las clases elevadas como en las humildes, y la afección al hogar en estas últimas nula porque no la tienen”; “oídle hablar a un bizkaíno y escuchareis la más eufónica, moral y culta de las lenguas; oídle a un español y si sólo le oís rebuznar podéis estar satisfechos pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias”.
Es obvia nuestra inferioridad como raza. Al principio me sentí desolada pero en seguida pensé: “tiene que haber algo en lo que seamos superiores”. Una española no hubiera sido capaz de realizar un exhaustivo estudio del tema pero, afortunadamente, yo solo soy medio-española, por lo que puedo utilizar mi medio cerebro vasco para analizar, comparar y discernir. Después de mucho pensar he descubierto un aspecto en el que somos superiores a los vascos: la vista. Si, queridos lectores, los españoles tenemos una vista muy superior a la de los vascos y si no me creen, vayan a las vascongadas y compruébenlo. Verán, si vivieran ustedes en Guernica, Murguía o Lequeitio, observarían en las multas de aparcamiento que todo el texto se puede leer en euskera, en grandes letras, generalmente en negrita y que debajo de cada concepto aparecen unas manchitas diminutas, como escritas con un hilo de araña; es la traducción al castellano. En las máquinas de la O.T.A. en Bilbao ocurre lo mismo; si alguien quiere sacar un ticket de aparcamiento, al lado de cada botón aparecen las indicaciones en euskera en un tamaño de letra que se puede leer fácilmente a diez metros de distancia. En cambio, los términos traducidos al español, son para alguien que tenga la vista del águila pescadora.
Y esto es así en cualquier cartel, documento oficial, impreso de la administración, factura, etc.
Pero claro, hay muchos letreros y documentos que solo vienen en euskera, a pesar de que es una lengua minoritaria en Vascongadas, y mi parte española, sibilina y retorcida se pregunta: “¿no será que en el fondo los españoles somos más inteligentes que los vascos y podemos llegar a los sitios sin indicaciones y rellenar formularios sin entenderlos? ¿No nos pasará como a los humanos de “el planeta de los simios” que estamos anulados y en el fondo, poseemos destrezas y conocimientos que simplemente, hemos olvidado?”.
Tanta siesta, tanta tortilla de patatas y tanta zarzuela, y ya no distingo el blanco del negro.

sábado, 1 de septiembre de 2007

EUSKO-PEDIGRÍ

En todas las cadenas de televisión se emiten programas de un formato parecido: una caterva de machos y hembras (decir señoras y señores sería irrisorio) son contratados para explicar sus experiencias sexuales con algún torero o futbolista, vivo o difunto, en medio de un torrente de descalificaciones, insultos e improperios. Viendo el pelaje de estos personajes es comprensible que hablen de sus aparatos genito-urinarios, porque para debatir sobre la desamortización de Mendizábal o sobre el sistema público de salud, se requiere un léxico de más de cincuenta vocablos y un cociente intelectual superior a doce. No es el caso.
Los famosos de toda la vida, los artistas de pedigrí, de telón o de corchea, no se relacionan con la recua de pelandruscas ordinarias que tratan de demostrar que sus hijos lo son también de Julio Iglesias. Muchos malviven de los cuatro duros que les quedan de la última película en la que trabajaron pero jamás aparecerán en televisión hablando de su vida privada o luciendo tórax en el papel couché.
Pero los caminos del Señor son inescrutables y en ocasiones, algún productor televisivo, agradecido por los servicios prestados o pensando quizás que griego y francés son idiomas, contrata a una de estas criaturas como tertuliana en algún programa y la chica en cuestión pasa de vivir en Getafe y trabajar los fines de semana en la Casa de Campo a ganar una pasta gansa y a convertirse en una estrella mediática. En este nivel es fácil coincidir con los actores y actrices consagrados, con cantantes de treinta años de carrera en las laringes, incluso con escritores y políticos. ¿Qué ocurre entonces? Sencillamente que los artistas de postín no se limitan a despreciar a la ordinaria de turno, sino que la ignoran. Probablemente la famosilla en cuestión gana más por programa que muchos actores por película pero jamás será como ellos, jamás entrara a formar parte de su círculo ni compartirá experiencias, prestigio o respeto. Y la famosilla, por muy boba que sea, lo sabe y sino, se lo harán saber.
Básicamente es lo mismo que ocurre en el País Vasco. Muchos de los hijos y nietos de los que se trasladaron de Andalucía, Galicia o Castilla a las Vascongadas en los años cincuenta, sesenta y setenta para trabajar en el tejido industrial vasco son ahora convencidos nacionalistas vascos. Son más vascos que nadie y para demostrarlo envían a sus hijos a la ikastola, a clases de chistu y de danzas vascas y les dicen que ellos son Ama y Aita, y les ponen nombres absolutamente vascos como Aitor o Naiara, nombres espantosos que cuando van seguidos de un Borreguero o del clásico González, dan ganas de pegar al niño. Muchos apellidados Quintana, García o Velasco son ahora Kintana, Gartzia y Belasko pero lo realmente gracioso del tema es que por mucho que modifiquen sus nombres y apellidos, por mucho que voten al PNV o a HB, por mucho que se despidan con un “agur” o que se beban al día tres botellas de chacolí, nunca serán considerados vascos por los otros vascos; los que se consideran miembros de una raza que nada tiene que ver con las demás, los que hablan una lengua que no pertenece a ninguna familia lingüística. Vamos, los del RH negativo. Así que cuando las luces de neón se apaguen y los Karlos y las Ánjeles hayan contribuido a inclinar la balanza de las urnas (aunque esto no tiene mucha dificultad con 250.000 vascos en el exilio), los de los ocho apellidos vascos, los que creen que Franco violó a sus abuelas y Fernando el Católico a sus tatarabuelas, les van a recordar que no son más que “maketos” y van a sentirse tan despreciados y denostados que ser de Villanueva de la Serena les va a parecer un lujo asiático.

lunes, 30 de abril de 2007

GUERNICA (I parte)


“Guernica, the most ancient town of the Basques and the centre of their cultural tradition, was completely destroyed yesterday afternoon by insurgent air raiders”.
Así comienza la crónica que “The Times” publicó el 28 de abril de 1937, dos días después del bombardeo de Guernica, escrita por su corresponsal George Steer.
El bombardeo de Guernica, y la obra homónima de Picasso que lo representa, se han convertido en uno de los símbolos pacifistas más conocidos y empleados en todo el mundo. Pero tratándose del nacionalismo vasco, su simbolismo alcanza un significado más profundo.
En las elecciones de 2001, el PNV abrió la campaña exigiendo al Gobierno español que se disculpara por el bombardeo, exigencia que han manifestado en otras ocasiones. La estolidez no merece comentarios pero hay que admitir que pone de manifiesto uno de los principales argumentos del nacionalismo vasco para reclamar sus demandas: el supuesto intento de destrucción del País Vasco y su cultura a manos de España, su ejército y sus sucesivos gobiernos y mandatarios.
Si preguntan a cualquier viandante de Eibar, Bilbao o Murguía sobre el número de muertos que provocó el bombardeo, la cifra no bajará de 1000 e incluso es probable que respondan que más de 3000. Si tenemos en cuenta los enterramientos que se realizaron del 26 al 29 de abril en Guernica, los heridos que fueron trasladados al hospital de Basurto y que fallecieron posteriormente y los veinticinco cadáveres que fueron rescatados tras la entrada de los nacionales en el refugio de Santa Ana, la cifra de muertos apenas sobrepasa el centenar. No es una cifra baladí y más teniendo en cuenta que la cifra de habitantes de Guernica era entonces de 5000 habitantes. Toda muerte es trágica pero la cifra se aleja mucho de las 1000, 3000 o 5000 que están en la mente de la mayoría de los vascos. Es comprensible que George Steer hinchara la cifra de fallecidos. Él y otros conservadores británicos buscaban influir en la opinión pública inglesa ante el rearme alemán y la pasividad pacifista laborista. Por el mismo motivo, adjudicó a los alemanes la autoría del bombardeo de Durango unos días antes aún sabiendo que había sido obra de los italianos. Lo escandaloso, lo punible, lo inmoral y lo trágico es que el mito de Guernica, junto a otras muchas interpretaciones libérrimas y manipuladas de la historia sigue siendo el combustible que emplea el nacionalismo vasco para justificar lo injustificable y reclamar lo que nunca le ha pertenecido.
En las escuelas, en los mítines electorales, en diversas publicaciones; se explica como Franco pidió a los alemanes que bombardearan Guernica, símbolo legendario de los vascos, y aniquilaran a su indefensa población civil, omitiendo, por ejemplo, que el bombardeo tenía un elevado interés militar ya que, entre otras razones, la villa contaba con cuarteles y fábricas de armas y en la fecha del bombardeo se hallaban acantonados allí tres batallones.
En la misma línea, las Guerras Carlistas se han convertido por arte de magia en guerras de España contra las Vascongadas y en el intento de aquella por acabar con las leyes y tradiciones de los vascos, lo mismo que la instalación del tejido industrial siderúrgico, estrategia para poblar de inmigrantes el País Vasco y eliminar así a la población autóctona de raza vasca pura junto a su singular y prehistórica lengua. Y no son los vascos los únicos que se dedican a poner “patas arriba” la historia de España. El cuadernillo publicado en “El Mundo” el día 29 de abril con motivo de la celebración de los 25 años de autonomía valenciana dice textualmente: “el III aniversario de la Batalla de Almansa, una efeméride que adoptamos todos los valencianos como símbolo de nuestra autonomía, de nuestros derechos como pueblo y de la defensa de nuestras señas de identidad”. Vamos, como si los alpinistas de todo el mundo, eligieran a Ramón Mercader su santo patrón. Estas interpretaciones ad libitum de la Historia, han tenido y tienen unas consecuencias dramáticas para España. Pero no seamos hipócritas a la hora de señalar a los culpables.

GUERNICA (II parte)


Que un enano mental mesiánico como Sabino Arana creyera que Dios le había elegido para redimir al pueblo vasco de su agónico cautiverio es un hecho aislado sin importancia. Que miles de personas sigan identificándose con su doctrina es terrible pero que a lo largo de los años nadie haya sido capaz de acabar con este despropósito es inaudito. ¿De qué nos avergonzamos los españoles? ¿Por qué permitimos que cualquier pazguato manipule la memoria de nuestra historia, tachándonos de sanguinarios, crueles, fascistas y genocidas y respondamos, no sólo con el silencio sino, muchas veces con la aceptación de tales dislates? Quizás creemos que los ejércitos de Napoleón se dedicaban a repartir cereales y ganado por los pueblos de Europa, que los colonos que se instalaron en el Oeste americano se parecían a Kevin Costner en “Bailando con lobos”o que los ingleses establecieron una alianza de civilizaciones con los habitantes del Indostán durante la época colonial. A lo mejor, los turistas españoles que visitan El Louvre en Paris piensan que “La Victoria de Salmotracia”, “La Venus de Milo” o las columnas egipcias allí expuestas son regalos de Estados miembros de la Unión Europea al pueblo francés.
Nos avergonzamos de nuestro himno, de nuestra bandera. Vayan a Estados Unidos y verán como muchas personas ondean una bandera de su país en la fachada o el jardín de su casa por no mencionar que cuando escuchan su himno nacional, se levantan y se llevan la mano al corazón.
Pero en realidad, nosotros vamos camino de eso. Vamos camino de celebrar el día que a Sabino Arana le salió el primer diente de leche; de conmemorar la Primera Comunión de Bravo, Maldonado y Padilla, ahora convertidos en independentistas castellanos; la menarquia de Agustina de Aragón que a este paso se va a convertir en la inventora de la “kale borroka”; de juzgar a los espíritus de Hernán Cortés, Pizarro y Orellana por genocidio o de localizar los restos de Boabdil el Chico para obtener su ADN, y una vez ante su “doble”, pedirle disculpas y entregarle el Reino de Granada que con tan malas artes le fue arrebatado por los Reyes Católicos.
España no existe. No ha existido nunca. Fue un invento de los Reyes Católicos mejorado por Franco pero ha llegado el momento de acabar con él. Nos sirve cualquier fórmula: un estado federal, confederado o un reino de taifas. Que cada región, comarca o pueblo del Estado Español reivindique lo que le fue arrebatado. Que sigan leyendo “El Quijote” en Pekín, Berlín o Varsovia que nosotros empezaremos a leer “Kuentos dun lavriego asturianu i sus bakes lokes”.
Qué tiempos en los que nos reíamos de que los universitarios estadounidenses no supieran situar Vietnam en un mapamundi o creyeran que España era una provincia de México. Pues que pregunten a un niño español por donde pasa el Tajo, donde nace el Duero o donde se ubica el Sistema Penibético y verán que no tiene ni puñetera idea. Eso sí, si es aplicado sabrá que el pico más alto de su Comunidad Autónoma es el Cerro de los Cuernibizcos, de 87 metros de altitud y desde cuya cumbre se puede uno deleitar con la visión del Arroyo de los Meaos, en cuyas aguas se cría la única trucha murciana con denominación de origen. Una joya gastronómica.

martes, 17 de abril de 2007

VASCOS


Todos hemos oído hablar a los nacionalistas vascos de “imperialismo español”. La paradoja se produce cuando comprendemos el tono despectivo y el odio con el que utilizan este término. Los historiadores hablan del Imperio español para referirse a un periodo de la historia de España enmarcado en la Edad Moderna durante el reinado de la dinastía de los Austrias y que tiene como punto de máximo esplendor los reinados de Carlos I y Felipe II.
Marinos y exploradores españoles se lanzaron a descubrir y colonizar tierras hasta la fecha desconocidas movidos por la sed de aventuras, la búsqueda de riquezas o el deseo de evangelizar a los indígenas de aquellos territorios. Mientras, los Viejos Tercios se convertían en la columna vertebral de la hegemonía militar española en Europa siendo considerados durante mucho tiempo la mejor infantería del mundo. Con más valor que medios y con un sentido del honor que para sí lo hubieran querido los Francis Drake de turno, sus hazañas se reflejan desde entonces en los libros de historia.
Nombremos a algunos de ellos:
Miguel López de Legazpi, conquistador de Filipinas y fundador de Manila; Juan de Garay, que exploró el río Paraná y fundó entre otras, las ciudades de Santa Fé y Buenos Aires en su segunda fundación; Juan de Urbieta, soldado de infantería que alcanzó fama y notoriedad por haber hecho prisionero al rey Francisco I de Francia en la Batalla de Pavía; Andrés de Urdaneta, cosmógrafo, marino y explorador, famoso por descubrir y documentar una ruta a través del Océano Pacífico, conocida como Ruta Urdaneta o Tornaviaje; Juan Sebastián Elcano, quien participó en la primera expedición que dio la vuelta al mundo y capitaneó su parte final, consiguiendo regresar a Sanlucar de Barrameda junto con otros diecisiete supervivientes, entre ellos, Juan de Zubileta, marinero de La Victoria nacido en Baracaldo y Juan de Acurio, piloto de Bermeo.

Si nos adentramos en el siglo XVIII, encontramos a Bruno de Heceta y Dudagoitia, oficial naval nacido en Bilbao que exploró la costa estadounidense del Océano Pacífico y a quien podemos englobar dentro del denominado grupo de “marinos científicos vascos” junto con Antonio de Gaztañeta, Juan Francisco Aguirre, Andrés Oyarvide, Domingo Boenechea o José de Mazarredo. Y si comenzamos con el siglo XIX nos encontramos al almirante Cosme Churruca en la Batalla de Trafalgar junto a Ignacio María de Álava, José Gardoqui, Francisco de Moyua e Ignacio de Olaeta.
Todos ellos tienen algo en común además del valor: son vascos. Su aportación a España, su compromiso y su patriotismo están fuera de toda duda.

ANORMALIDAD LINGÜÍSTICA

En la versión en castellano de la página Web del Ayuntamiento de Silla se puede acceder a una sección llamada “Servei de normalització lingüística”. Pulso para enterarme de a qué llama el Ayuntamiento “normalización lingüística” y el asunto no tiene desperdicio. Uno de los servicios ofertados se titula: “Assessorament sobre la valencianització de noms y cognoms”. Se trata de un re-make de una película que ya he visto: “Euskalduniciación de nombres y apellidos”, sólo que en versión valenciana. Ni entendí la primera ni entiendo la segunda. Creía que uno se llama Verónica, Juan o Begoña y mantiene dicho nombre toda su vida. En Valencia hay más Amparos que en Badajoz, y en Sevilla más Macarenas que en Oviedo. También están los diminutivos y los apelativos cariñosos del ámbito familiar pero no se trata de costumbres o estadísticas sino de no parecer español.
En Vascongadas, no contentos con las traducciones de nombres que inventó Sabino Arana para que no se parecieran a sus correspondientes nombres en castellano (las Marichos o Marichus pasaron a llamarse Miren), cientos de padres (especialmente los nacidos en otras provincias o hijos de inmigrantes) ponen a sus hijos nombres cuya traducción al castellano sería “trueno”,“río”o “roble” en un afán de demostrar un panteísmo legendario y en consecuencia, un profundo amor a la naturaleza, a diferencia de los españoles, adictos a los nombres del santoral.
Pero “vasconizarse” lleva implícito “desespañolizarse”. Así que Biktor Gartzia y Paki Kintana, nacidos en Villanueva de la Serena y en Lugo respectivamente, ante la dificultad de aprender euskera, emplean en su ámbito social, frases cortas, expresiones o saludos en dicha lengua; envían a sus hijos Nube y Roble a clases de chistu y chalaparta (antiquísimos y tradicionales instrumentos usados en Vascongadas desde épocas prehistóricas) y niegan unas raíces y una historia que ni conocen ni quieren conocer y abrazan una nación en ciernes, llena de tradiciones y heredera de siglos de ultrajes y abusos por parte del imperialismo español para la que exigen la independencia.
En la página Web del Ayuntamiento de Silla, también ofrecen escribirte en valenciano el rótulo de tu comercio. No imagino a una señora de Burgo de Osma que quiera abrir una mercería o un taller mecánico, yendo a su ayuntamiento para que un fulano le diga como tiene que escribir dichas palabras en el letrero de la tienda. Me viene a la memoria la vez que me dediqué a contar los diferentes rótulos con la palabra “farmacia” que se ven desde el autobús que hace el trayecto de Bermeo a Bilbao. Pharmazia, pharmatzia, farmazia, farmatzia… y botika. Nada más y nada menos que cinco. Nunca sabré cual es el correcto ni creo que lo sepa Biktor Gartzia, su hija Nube o la madre que parió a todos ellos. Pues nada, a seguir el ejemplo.

jueves, 12 de abril de 2007

EN EL BURLADERO (I parte)


El articulo 11 de la Constitución Española, en su apartado segundo dice que "ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad", lo cual, es un alivio para los alérgicos al huevo. Lo digo por la tortilla de patatas, ese clásico de nuestra gastronomía que los ingleses denominan "tortilla española" y que es consumida en todas las provincias como desayuno, almuerzo, comida o cena, para deleite de nuestros paladares. Tan extendido está su consumo y desde tan antiguo que se ha convertido, de alguna manera en un símbolo nacional. Ahora bien, ninguna ley obliga su ingesta por lo que se puede ser español y no comer tortilla de patatas, bien porque se es alérgico al huevo, porque aporta 3.000 calorías por centímetro cúbico o simplemente porque no te gusta. Pues lo mismo ocurre con las corridas de toros. Se puede ser español y no distinguir una verónica de una chicuelina o creer que Islero es el habitante de una isla.No debe ser tan obvio lo que trato de exponer teniendo en cuenta el empeño de los nacionalistas en acabar con la Fiesta Nacional.Cuando en 1124 Alfonso VII casó con Doña Berenguela La Chica, hija del Conde de Barcelona, hubo toros en Saldaña, lugar del enlace. Los hubo también cuando Alfonso VIII casó a su hija Doña Urraca con el rey Don García de Navarra y los hubo cuando Juan II casó con Doña María de Aragón en Medina del Campo en 1418. Quizás un grupo de guipuzcoanos fueron contratados u obligados a tocar el chistu en los mencionados enlaces o incluso niños del barrio de pescadores de Barcelona deleitaron al público con un espectáculo de castellers pero las crónicas no dicen nada al respecto. En 1701 a la llegada de Felipe V a España para tomar posesión del trono, se celebró en su honor una corrida de toros navarros en la que el Licenciado Falces (inmortalizado por Goya en un aguafuerte) y sus originales lances de capa, dieron origen al actual toreo de capote. Quizás algunos fornidos aizcolaris vizcaínos hicieron las delicias del respetable cortando unos cuantos troncos pero las crónicas no lo mencionan.

EN EL BURLADERO (II parte)


Y es que los nacionalistas son muy sensibles. Ya lo decía Schopenhauer: “Quien es cruel con los animales no puede ser buena persona”. Puede que los nacionalistas sean necios, ignorantes, manipuladores o estúpidos pero buenas personas, como el que más. Así que si unimos su sensibilidad a su bondad entenderemos la repulsión que les produce la contemplación de un burlaco de 500 kilos con seis banderillas clavadas en el lomo. Si a esto le sumamos que las banderillas están adornadas con cintas rojas y amarillas y que la banda de la plaza se arranca con “Soldadito español” a ritmo de pasodoble, la visión les puede producir un estado cataléptico irreversible.“Pues que se queden en casa, que nadie les obliga a ir a los toros” pueden decir algunos. Ya, pero tiene que ser muy duro para ellos intentar echar la siesta (perdón, que no echan la siesta, que la siesta representa la holgazanería legendaria de los españoles) o jugar a la petanca (¿la petanca es española?) mientras a unos metros o a unos kilómetros, unos toreros, desalmados y sádicos, se entretienen clavando en esas corniveletas criaturitas del Señor, toda suerte de instrumentos cortantes para regocijo de las masas. Normal que no quieran ser españoles. Ahora bien, si toda la energía que gastan en acabar con las corridas de toros la emplearan en defender a los cientos de españoles que están amenazados, cuyas libertades han sido cercenadas y que son denostados y agredidos por defender sus ideas, las cosas serían muy distintas. El Gobierno canadiense acaba de inaugurar la temporada de caza de la foca arpa. Su portavoz ha manifestado que la caza con garrote es incluso menos cruel que los métodos utilizados en los mataderos comerciales. Para este año, se han limitado las capturas a 270.000 ejemplares. Será cuestión de mandarles a Carod Rovira y compañía. Ya verán como en un plis-plas acaban con las matanzas. Y con Canadá. Y con la Commonwealth. Y con lo que se les ponga por delante.

domingo, 8 de abril de 2007

LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS


Si son ustedes usuarios de Internet les invito a realizar una prueba. Tecleen en Google "Horacio Nelson" y comprobarán como al instante aparecen a su disposición 835.000 entradas referidas al ilustre marino. Hagan la misma operación escribiendo ahora "Cosme Churruca" y verán que aparecen tan sólo 12.500. Lo mismo ocurre con James Cook, de quien hay disponibles 31.400.00 páginas y con su coetáneo Alejandro Malaspina que sólo aparece en 60.000.
Teniendo en cuenta la talla histórica de nuestros marinos, que en nada pueden envidiar las hazañas de Cook y Nelson, la falta de interés y reconocimiento que se deduce es, sencillamente vergonzosa. Los ingleses llaman a su reina Isabel I "La Buena Reina Bess" por más que la ínclita señora apoyara la piratería contra el comercio marítimo español y ordenara ejecutar a su prima, la católica Maria Estuardo. Los españoles en cambio, denostamos a Isabel la Católica por antisemita, intolerante y si me apuran por fascista, olvidando su apoyo al descubrimiento de América y su contribución a la creación del primer Estado Moderno.
A los niños españoles no se les enseña quienes fueron Henán Cortés, Pizarro o Núñez de Balboa, no vaya a ser que en algún poblado de las faldas de Machu Pichu, se sientan ofendidos y recuerden lo felices que eran sus antepasados antes de la llegada de los españoles, pusiera fin a su cultura y pintorescas celebraciones donde lo mismo un sacerdote del templo te arrancaba el corazón que te arrojaban por el acantilado si eras doncella. Teniendo en cuenta cómo realizó la conquista del Oeste americano Kevin Costner, las comparaciones son adiosas.